La fiesta de la castaña es una fiesta popular que celebra la llegada del otoño y que se suele realizar a principios del mes de noviembre. Desde el AMPA nos gustaría promover esta tradición y su celebración para el conocimiento de los alumnos, de la misma forma que conocen Halloween. La castaña es un fruto otoñal de gran valor energético y quizás por eso se consumía en las frías noches de todos los santos, vigilia del día de difuntos, sobre todo en la mitad norte de nuestro país, pero también en zonas de la mitad sur. De esta forma, la castaña queda vinculada con la lumbre y el fuego como elemento vivificador y purificador.
En esta fecha, antiguamente las campanas de las iglesias de muchísimos lugares de España tocaban a muerto durante toda la noche. Hoy en día, nos puede parecer una imagen fantasmagórica en medio de una fría y oscura noche, cuyo silencio sólo se rompe por el sonido metálico de las campanas. Pero es que los lugareños en muchos casos familiares y amigos, se reunían en esa noche con los campaneros para acompañarles en un ritual cargado de un fuerte componente ancestral, que se acrecienta al escuchar el crujir de las hojas secas cuando se las pisa, al notar la humedad del ambiente y como el vaho nos sale de nuestro interior en cada respiro, al ver siluetas a lo lejos donde no las hay.
Sin duda alguna, estamos hablando de la unión entre 2 mundos paralelos, lo terrenal y lo sobrenatural. Hablamos de credos y esperanzas, pero también de miedos y angustias. Y qué mejor, que afrontar la noche todos juntos en compañía y asando castañas junto al fuego. Algunos deciden tiznarse la cara con las cenizas que quedan para dar un toque más lúgubre en un gesto de acercamiento al otro mundo. Ceremonia del apego a lo trascendente.
Hoy en día, la tradición se conserva y mantiene pero con un espíritu más festivo, acorde a otros tiempos, pero debemos tener presente su origen para valorar lo que estamos celebrando. Por eso los niños hacen grupo y se reúnen en círculos para disfrutar del fruto otoñal por excelencia. Cuando veáis a una castañera, acordaos del origen de la fiesta de la castaña y transmitirlo a las siguientes generaciones para que no se pierda la tradición oral de dicha fiesta.